El 20 de Enero de 2017,
contra todo pronóstico en España y Europa, Trump
es elegido presidente de los EEUU
- siendo el número 45 de la lista de presidentes de los EEUU. En efecto, fue un
hecho inesperado, derrotando a la representante del partido demócrata, Hillary Clinton (esposa del ex-presidente Bill Clinton), apoyada por el presidente saliente Barack Obama. El magnate y poderoso empresario tuvo ante sí enfrentados a
influyentes medios de comunicación, entre ellos el prestigioso New York Herald
Tribune. El personaje, que a veces parece cómico, se muestra desafiante ante el establishment,
produciendo inquietud sus amenazas reiteradas a árabes y latinos, especialmente
mejicanos. La película acaba de empezar y no sabemos cómo acabará en estos
cuatro años de ejercicio presidencial.
Son muy positivos los viajes
del Papa Francisco, más popular cada vez ante las masas, estableciendo a
los fieles católicos el Año Santo de la Misericordia. El Papa visita países con
problemas internos como Méjico (realzando la devoción a la Virgen de Guadalupe)
y así mismo pendiente de la crisis política y económica de Venezuela con un
intento de arbitraje entre el presidente Maduro y su gobierno contra la
oposición y viceversa.
En la otra cara del Globo, en pleno verano siguen los atentados en Oriente Medio, tanto en
Europa con el terrorismo yihadista en Niza así como en Turquía, Pakistán, etc,
a lo cual se añade la crisis de los
refugiados por ese conflicto en Oriente Medio, mitigado en lo que es
posible a sus medios por la gran obra benéfica Acnur. Y como respiro de
entretenimiento deportivo y salpicado por problemas internos nos queda el
recuerdo de los Juegos Olímpicos de
Brasil que terminará en triste dato por el “impeachment”, es decir, la
caída de la presidenta de Brasil - Dilma Rousseff.
Por si fuera poco, en ambos lados del Atlántico, en Europa,
el Reino Unido no olvidará el fenómeno del euro-escepticismo hecho carne ya en
Europa, tras el resultado de las elecciones provocadas por el Primer Ministro
Cameron que lleva al Brexit, es
decir, la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, cuyo corolario no quedará
resuelto antes de dos años, con todos los problemas inherentes que pueden
repercutir en los restantes 27 estados miembros de la Unión, en la que nosotros
estamos inmersos con todas las consecuencias.
No estamos exentos de ciertos incidentes racistas y xenófobos que se producen en los miembros de
la misma UE y de España. Del euroescepticismo de un pasado reciente, grupos
políticos europeos se dejan tentar hacia la eurofobia.
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