La última entrada del blog “yo soy Charlie Hebdo”,
contra los terroristas islámicos en Paris, ha sido también por
propia indignación y condena pero quizá de más lenta
exposición porque me llevaba a suscitar recuerdos del pasado.
Hoy hago auto-reflexión de por
qué llegan al crimen y a la venganza esas “cabezas no
pensantes” de órbitas religiosas., de países en los que he vivido.
¿Quiénes son los animadores responsables, a niveles
superiores? Me tranquiliza saber que los Servicios de Inteligencia
de mi país y de sus aliados tienen información al respecto.
A nuestros ojos, esos
“creyentes” vengativos traicionan el sentir
verdadero del Islam que se ve envuelto en amenazantes vientos
violentos ( la yihad combativa y cruel) impropios de su
esencia tolerante con otros credos religiosos. También los
cristianos, olvidando el sublime mensaje de Jesús
de Nazareth, han cometido tropelías inconcebibles en
muchos momentos de la Historia.
Me gustaría suscitar vivencias del
mundo musulmán a partir de recuerdos de mi infancia :
Mi padre, peninsular, mi madre , ceutí: En ese
promontorio africano separado de Europa por el Estrecho de Gibraltar
empecé a caminar . En la españolizada Ceuta, de muy niño
veía por el Monte Hacho, a las madres marroquíes
transportando a sus bebés, en las espaldas, con blancas sábanas bien adosadas, mientras a otro de sus pequeños , a gritos, se le
escapaba una pelota de goma, sendero abajo, llorando
sin consuelo. Había en nuestra convivencia un ambiente cariñoso,
familiar, vecinal. “Adiós, paisa!”.
Me acuerdo ya, jovencito, en Galicia, 1945-
46, de aquel Capitán General , marroquí, que gobernaba la
región militar, nombrado por el Generalísimo gallego; se
llamaba Mohammed Ben Mizzian y tenía un historial
impresionante. Fue uno de los organizadores de la
famosa guardia mora de Franco, que según la superstición de las
cábilas, de la guerra del Rif, poseía ·baraka”,
suerte especial ante las balas que no le hacían blanco.
España tenía muy buenas relaciones con el mundo árabe,
no tanto con el judío, salvo en lo que respecta a los sefarditas,
por su acervo español. En el Instituto de Ferrol el profesor de
Historia nos introdujo en algunos aspectos de la historia medieval , de
árabes y judíos, y del reino nazarí granadino, en
particular.
Una fase más adelante, en granadina vida
universitaria, descubro la Alhambra deslumbrante junto al
acervo cultural y artístico de la Granada renacentista y barroca. Comencé a
estudiar dos cursos de árabe, sin profundizar,
decidiéndome por la especialidad de Historia. Error mío de
perspectiva, pues no podía imaginar que quince años después sería
profesor en Marruecos, y la lengua árabe me hubiera sido muy útil a todos
los efectos. Tuve la sensación de que mis genes
se encontraban cómodos en esa novedosa
convivencia en la que colaboré con el Legado Andalusí
que había fundado el ilustre granadino Jerónimo Páez con la
Junta de Andalucía.
Quizá ha faltado al Estado español, incluso a los Estados de
la UE, más atención y estímulo a la difusión
del árabe y lenguas vernáculas bereberes ( Tamazight y Chelja ) en
los medios más apropiados y sensibles de sus
respectivas Administraciones con los países del arco mediterráneo.
Quizá ha faltado medios y también clarividencia.
Previamente, en Francia y Centro- Europa capté,
en la década 70- 80, la realidad de los fenómenos
de la emigración y los problemas que a la larga
se iban a producir. En Lyon, leía una proclama protestona
que decía “Ne touche pas mon pote!”: No toques a mi
amigo. Era la solidaridad con el mundo emigrante. Era un problema
de convivencia y de posibles consecuencias que empezaban
a preocupar. Crecía lo que se iba a
expresar como ventajas y problemas de la emigración y de
xenofobia incluida.
Por otra parte, el mundo árabe después de lI
Guerra Mundial salió de su aparente sopor, dolido por
las potencias, antaño colonizadoras, que lo habían utilizado
en sus luchas imperiales. El tema palestino de más medio
siglo de conflicto, patente o latente, iniciaba un camino del
resentimiento.
De un tiempo a una parte la
ciudadanía mundial ve decepcionada que tras la
caída del muro de Berlín y el final de la
“guerra fría”, el mundo no se abría a una
era de paz y prosperidad. El siglo XXI se
despierta con los horrores del ataque a Nueva
York , a Madrid, y a otras capitales y ciudades del mundo y el hecho
dramático es que esos crímenes provenían de islamistas radicales
fanáticos “, sacrificados y bienaventurados en nombre de Alá”. El mundo retrocedía
en siglos a la barbarie.El terrorismo con adjetivo y objetivo
es una grave amenaza a nivel global -
entre otros graves problemas existentes, a escala
europea y mundial. Son éstos, los temas esenciales a abordar, más
allá de preocupaciones domésticas, por muy principales que nos
parezcan.
El criminal atentado islámico , publicitario en Paris,
entre otros recientes, que se están dando en el mapa
geo-estratégico euro-africano - en el que España está
involucrada, dentro y fuera , también, de sus fronteras - , deben
incitarnos a los españoles y europeos, en general , a
ser más conscientes hoy, del mundo en el que
vivimos y a no despistarnos, sobre “galgos y podencos”, discutiendo bizantinamente - “sobre el sexo de los ángeles” - cuando
están ellos, “los justicieros” y sus padrinos,
decididos a cortar nuestras bien- pensantes cabezas. Es muy
importante saber y reflexionar qué pasa y qué nos pasa, si es verdad que algo
grave pasa.