domingo, 26 de junio de 2016

España y Europa en la encrucijada: 2016

Desde pasada la Navidad de 2015, tras las elecciones generales del 20 de Diciembre, entré en una especie de letargo producto del calentamiento de algunas neuronas soñando que iba transportado desde 0 (es decir la Tierra) al infinito (es decir el Universo). Me sentía como trasladado en un carro de fuego al modo bíblico del profeta hebreo Elías o como terrícola al estilo del astronauta ruso, Yuri Gagarin, pensando que tal vez habría huellas de un Dios que el soviético dijo no vislumbrar ni constatar.

Yo creía ver el asteroide donde el Principito según narra Saint-Exupéry, que con infantilidad y espíritu transcendente superaba nuestra melancolía. No me es posible saber cuánto tiempo había transcurrido, de forma que me dio tiempo a situar las páginas de treinta años de mi vida, en el siglo XX, para ser publicadas en próximo libro. Espacio y tiempo, términos puestos en cuestión, combaten con las llamadas ondas gravitacionales, que nos lleva al tema de nuestra anterior entrada de blog.

Cual Alonso Quijano recupero la realidad y al mismo tiempo pensaba como Calderón de la Barca que la vida es un sueño. Por eso llego justo a tiempo para saber que tras aquellas elecciones del 20 de Diciembre de 2015, en España no fue posible un gobierno democrático salido de las urnas. Cuatro meses de gobierno en funciones del Partido Popular, de Rajoy, llevaba la responsabilidad de Estado mientras los problemas nacionales seguían girando con el Globo mismo. Y en este planeta azul seguían sucediendo acontecimientos producidos por la Naturaleza y por la misma Humanidad, en presencia del Bien y del Mal, y como Humanos víctimas o verdugos.

¡Cuántos sucesos positivos y negativos pueden darnos las hemerotecas y nuestra propia memoria personal y colectiva! Por ejemplo, cosas que producen dolor y preocupación, por todos los rincones del planeta, y que nos hieren más cerca en nuestra propia proximidad geográfica. ¡Y cuántas otras de bellas emociones y de magnífica solidaridad igualmente esparcidas por el Globo!

Después de la II Guerra Mundial, el mundo y en concreto la Europa flagelada vio el sueño de una Europa de ciudadanos y de patrias en unidad de destino común. En nuestros días, del próximo Oriente vienen llamaradas del desierto; Europa se conmueve y algunos países tienen la tentación de aislarse de ese destino. Por ejemplo, el Reino Unido acaba de votar su salida de la Comunidad Europea (BREXIT), lo que muestra decenas de años después de la muerte de De Gaulle que la petición del genial estadista francés tenía fundamento cuando se oponía a la entrada de Gran Bretaña como miembro de la Unión Europea. ¿Reino Unido vs. Reino Desunido? ¿Y el resto de Europa qué?


Mientras tanto en España, tras ese interin de gobierno en funciones del PP, volvemos a las elecciones de hoy, 26 de junio de 2016, y heme aquí integrado en mesa electoral con representantes de los partidos constitucionales: Partido Popular (PP) y PSOE, como dos columnas en medio de las cuales están los llamados emergentes Ciudadanos (Cs) y Podemos con el joven Emilio, que en atractiva posición “respalda” esta imagen optimista. Una imagen básica de humanidad, de cordura y de humor, que multiplicada por enésima potencia serviría de inspiración a los constructores reales del futuro de España.