Repasando las entradas
de mi blog, escritas desde esta
atalaya gabirra, cerca del rio Genil , intento escudriñar
por dónde surcan los aires,
desde la planicie hasta
más allá de las “cumbres verdes”
de Monachil. En una “entrada”
aludo al pasado del siglo XX, con
el despertar de la primavera de 1931 de una II República naciente,
esperanzada y fallida que eludo en
este blog, (hace quince años que abordé el tema
siguiendo la visión de la prensa francesa de la época (Grupo Editorial Universitario,
años 2000).con el respaldo de D. Antonio
Domínguez Ortiz, el gran historiador de venerable memoria).
Me atengo en esas
entradas de blog solo a analizar mis setenta años vividos
entre el siglo XX y XXI, hasta la
fecha reciente de 2015: la Constitución
del consenso de 1978, el tema soberanista
Cataluña y España, los gobiernos
de partidos constitucionales y las causas de su declive, en medio
de una borrasca de crisis económica, financiera, moral y social que ha estallado últimamente sobre la pirámide de la
población, desde la base a la cumbre. El paro y la corrupción son,
principalmente, el pico y la pala que han amenazado, la estabilidad y decadencia del país, con germen de revuelta
social, que parece encauzarse por las vías
democráticas en la hora presente.
El siglo XXI se
despertó insospechadamente abriendo un
milenio de terrorismo a escala planetaria
con el
ataque a las Torres Gemelas de
Nueva York y al resto del mundo occidental hoy,
abiertamente llamada la yihad
islámica. Y poco después ese mundo y
España, en particular, muestran la
herida aparentemente inadvertida de la
gran crisis del capitalismo hegemónico
y la corrupción que anida en las sociedades, en crisis económica y de todo tipo, como hemos subrayado en líneas anteriores. Este amplio
preámbulo explica lo que está
pasando en las sociedades políticas actuales, desde 2008 y en
particular en estos tres últimos años
2012 a 2015, en España, tras la “debacle” de Rodríguez Zapatero y la mayoría absoluta del PP de Mariano Rajoy, frustrada
por los “imponderables” y los
desaciertos.
En el momento
de la actual primavera está el recuerdo
poético del “joli mai”
de Guillaume Apollinaire, distendido, que no casa con la política de mayo de
2014, de las elecciones al Parlamento europeo, con
fracaso de los grandes partidos
constitucionales - PP y PSOE – y
sorprendente presencia activa
de partidos emergentes
y reivindicativos como Podemos (5 diputados) y el catalán C´S, Ciudadanos, con ( 2 ) y
de vocación nacional
hispánica. Sorpresa y advertencia
de esta primera ola electoral.
Segunda ola, 27 de marzo de 2015 con las elecciones
autonómicas en la
Comunidad Andaluza, Se
ratifica la caída del bipartidismo, desastre para el Partido Popular,( otrora a punto de ser
vencedor absoluto para
la Junta de Andalucía) que pasa de tener 55 escaños a 33. PSOE,
mantiene el tipo, I.U. pierde peso, no resíste a Podemos de la gaditana Teresa
Rodríguez y su “coletazo”. Ciutadan´s - Ciudadanos,
entra con fuerza por primera vez en el resto de España. UPyD, sin
clarividencia de Rosa Díez, paga con
derrota ir por libre, sin coaligarse con Ciudadanos de Albert Rivera,
desapareciendo en las elecciones municipales del 22 de mayo de 2015. Era la tercera ola
que venía…
Mientras en Camp Nou, Barcelona
, catalanes y vascos, hinchas de sus
respectivos clubs periféricos y estratosféricos, pitan al unísono contra el himno nacional español
y contra el joven y animoso rey Felipe VI, - que Dios guarde- , en el
Parlamento de Paris, se elogia a España,
a su rey y al pueblo español, mientras el
difunto innombrable duerme eternamente el sueño de los justos
y de los injustos.
¡Oh, España! ¿Qué va a ocurrir en las
próximas elecciones generales, de otoño o invierno 2015, a la
vista de este retortero post- electoral de inicio veraniego ¿ Será una rosa, será un clavel? El mes de mayo - de 2016 - te lo diré. Todo apunta a que la vida
oficial e intrauterina de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, repose tras obtener el quórum para toma
posesión o renovación de su mandato y el resto del país tomen posiciones según los pactos con los
partidos y grupos emergentes el nuevo mapa político e institucional, hasta la llegada de las elecciones
legislativas generales a Cortes.
Que esa prevista cuarta
ola, de otoño o inicial 2016: ¡No sea un tsunami!, por favor, españolitos…!