Nuestras sociedades occidentales están lejos de ser
perfectas; es más, tienen muchas imperfecciones y una de ellas es la
incoherencia abandonando supuestos principios o valores. Pero
qué decir de otras sociedades políticas, miembros de la ONU, que
suman a incoherencias semejantes una fusión o confusión
entre sus Estados y sus confesiones religiosas.
Éstas, las del Libro, las monoteístas, plantean a su respectiva
grey sus mensajes seculares, sin conseguir resultados definitivos.
Una consecuencia de ello es el sufrimiento continuo de
millones de personas en todo el orbe víctimas de grupos humanos o
Estados, ajenos al Derecho Natural e incumplidores de los principios que
inspiran la Carta de las Naciones Unidas. Las grandes religiones plantean
sus doctrinas a la propia grey sin conseguir un resultado muy
eficiente en la vida práctica.
En esta Navidad reciente el obispo de
Roma, primer Papa Francisco, de la Cristiandad, es el autor
de la frase dramática que encabeza estas líneas dirigidas en favor de los
cristianos de Oriente y a los perseguidos en otras partes del
mundo. El Papa pidió a los congregados en la plaza de San Pedro, en
el Vaticano, que recuerden y recen por los cristianos y no
cristianos perseguidos por los terroristas del llamado
“Estado islámico” y de tanto fanatismo religioso.
Su mensaje de Navidad estaba enmarcado en
la violencia y persecución que sufren seres inocentes, niños y adultos,
hombres y mujeres. Denuncia los atentados a la libertad religiosa, signos
de intolerancia y extremismo, enemigos de los Derechos Humanos. Hace
especial mención a la situación del Medio Oriente, el Oriente próximo o Asia
occidental en Siria, Irak, Cisjordania, en la India, Pakistán, por turbas sin
condenación de culpables e indiferencia de la policía. En ocasiones serán
sucesos producidos en Kenia, Sudán, Indonesia, Corea del Norte, Nigeria
etc. “La libertad religiosa sufre un grave deterioro en el mundo”.
En 2003 había millón y medio de cristianos en Irak, (
Mossul, Nínive) de rito latino, ortodoxo o armenio. Hoy
quedan 35.ooo creyentes con peligro para ellos de vidas y
haciendas. Cristianos, turcomanos, yazidíes (kurdos de religión tradicional)
abandonan ciudades y poblados donde han habitado desde siglos, huyendo del
genocidio. “Los cristianos son perseguidos no por sus culpas o errores
sino solo porque, a esta sociedad tranquila que no quiere
problemas, dicen la verdad y anuncian a Jesucristo”.
El Papa nos anima a aceptar que esas
persecuciones han existido desde siempre, existen y
existirán. Esto no es nuevo en la historia del Cristianismo, pues ya lo
vaticinó Jesús: sería perseguido, condenado y ajusticiado con muerte de cruz. .
. y al tercer día Resucitaría. Por eso el fiel cristiano tiene la Fe y la
palabra de Jesús por respuesta. Para los no cristianos resulta la Revelación,
recogida en los Evangelios, paradójica y misteriosa.
“Ahora hay más mártires que en los primeros tiempos”, El
fiel cristiano tiene la Fe y la palabra de Jesús por respuesta. El Papa
Francisco sufre por la Iglesia traicionada desde dentro y por la Iglesia
perseguida desde fuera. “Las persecuciones más peligrosas para la fe son
las que nacen de la envidia y de la maldad de los cristianos mismos” que
bien entendido dejan de ser “Luz del mundo y sal de la Tierra”: Pero una
cosa es perenne: “Jesús transforma la muerte de los que lo aman en aurora
de vida nueva”.